Tengo carbón por sangre, que la pena
fecunda de carbones su camino
porque así o tizna o quema, y su destino
es tiznar y quemar mis amplias venas.
Retumba por mi sien con sus cadenas
de carbón, fuego y sangre, y yo termino
por hundirme en la pena y yo camino
cosechando su cardo y mi condena.
Porque no entiendo al rayo ni comprendo
a la piedra que en mí feroz socava
cada carbón un centenar de abismos.
Qué hacer de mi penar, si en él voy
viendo
toro, rosa y carbón, que se me clavan
a la vena, al
cabello, al dolor mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario