domingo, 15 de mayo de 2011

Un soneto de amor


                                   Para David, porque aún creo que coincidimos en lo fundamental.


Un bramido interior por mis adentros
más fuerte, más tenaz y más seguro
por tu vientre infernal, ardiente, oscuro,
ruge y ruge eternal, feroz sin centro.

Y en tu sangre floral, donde concentro
mi pulso es todo luz, todo seguro
corazón inmortal, un todo puro
amarte y vuelta a amar por mis adentros.

Que no hay tiempo ni pena, ni hay frontera
más allá de los bordes de tus manos
ni de tu corazón, profundo y fiero.

Que el amor que te tengo se me altera
más allá de la muerte y me devano
por ti, solo por ti y porque te quiero.

1 comentario:

daniela dijo...

dios. me ha llegado. entre que es precioso, y que ''mi'' persona también se llamó David.....