domingo, 13 de diciembre de 2009

A Juan Lafuente




Siento que haya pasado más de un mes desde mi última actualización y siento más todavía que tenga que ser en estas circunstancias. El pasado 4 de diciembre Juan Lafuente (conmigo en la foto) nos abandonó terriblemente. Muchos no sabrán quién es, de hecho la mayoría no sabrán quién es, de hecho muy pocos tuvimos la suerte de saber quién es. Baste decir que con él se va mi maestro, y también una mente privilegiada, un amigo, un señor, un gran tipo. Baste saber que no está ya. Desde aquí mi pequeño homenaje, desde este destrozo de estudiante que has dejado entre los vivos.


Gracias por todo. Nunca te lo agradeceré lo suficiente.

Descansa en paz.



Tus dos cuencas se pierden en la muerte,
en un mar de carbón donde las venas
laten sin resonar, donde la pena
configura en silencio un dios sin suerte.

Es preciso seguir y, ¿quién es fuerte?
Levantando fortines que la arena
de los bueyes devoran y enajenan
como ajena tu sombra, inmensa, inerte…

¡Qué vacío constante! Es esta grieta
que me sabe a vinagre en esta herida
que me dejas abierta y que no cede.

Y tu ausencia, profunda e indiscreta
abandona su polvo hacia mi vida
que hace afán de seguir -pero no puede.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Juan DEP..Jamás te olvidaremos