viernes, 30 de diciembre de 2011

Rayos de piedra y rosas 11: Soneto del olivo


Campo de olivar, oscura aceituna,
en torrente de ramas dolorido…
tu piel de polvo abarca un cielo hundido
que tu fruto de aceite llora en dunas.

Corteza ajada nuestra, tristes runas
sangrientas de mi corazón salido
de arenas con tu tronco retorcido:
tu savia con mi sangre ya son una.

Tu cuerpo, desbocándose a la tierra,
se alza irreductible, frío y ronco
fingiendo que no puede y que está vivo.

La vida de tu copa, sabes, yerra
podrida de olivar sobre tu tronco
torcido como yo, pena de olivo.

No hay comentarios: