jueves, 15 de septiembre de 2011

Corrientes magnéticas





El amor corre hacia el amor, como
cuando una mañana cualquiera, de martes o jueves
una explosión de luz, un rincón insospechado
llama tu atención y corres, desbocada, a donde
podrías encontrar casi cualquier cosa, incluso
podrían encontrarse
–como un
anhelo secreto-
nuestras dos miradas.

Pero el amor también huye del amor, como
cuando la propia luz que hace apenas un momento
te alimentaba, una fuerza inextinguible,
se marcha, sembrando por todo el horizonte
apenas una huella y quedamos los dos solos,
oscuros, distanciados, huyendo de nosotros.





En la foto, el opening de Blade Runner, de Ridley Scott

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