Ya sé lo que toca cada domingo, pero no tengo ni tiempo ni mucho menos ganas de ser mordaz (y que no sirva de precedente). Como compensación, catorce versos para entretener el alma.
Un hielo entre tus dedos se fecunda
lamiendo en miel salobre tu hondo frío
que se atera y lamina tu sombrío
pecho estático y polar, nieve rotunda.
Un témpano, una nube vagabunda:
sus pliegues son tus dientes, en vacío
gélido gangrenan tu piel de hastío
tan frígida, un glaciar en ti se inunda.
El frío es todo tuyo… pero a veces
también tuya es la chispa que reluce
y furiosa en tu amor te trepa y crece.
El fuego es todo tuyo… se reduce
la llama helada: ¡frío! pero a veces
también eres calor a todas luces.
1 comentario:
Chico, tú prometes.
¡Qué bueno eres! Uf...
Besos.
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