jueves, 19 de marzo de 2009

A tu voz


Tu voz es huracán de mi locura

y sangre, y la recuerdo en alaridos.

Tu voz corta una flor a mis latidos

que anega en negras voces de amargura.


La piedra, ves, sucumbe a la tortura.

No evita lo que quiere en su dolido,

pétreo corazón: truenos sufridos

que vibran por tu voz en la negrura.


Desgarra en mí tu son de filos, nace

tu timbre que retumba ya en cascada

furiosa y vibra espumas en tormento.


Sángrame a verso abierto si te place

y hazme a tu sangre anchura desbocada:

perdida entre tus gritos, voz al viento.

1 comentario:

José Mari dijo...

¡¡¡Qué bueno!!! Pero bueno, ¡qué sorpresa tan agradable! ¡qué bien medido, qué bien rimado! Felicidades.